Magdalena  Sofía nos hizo el regalo de una espiritualidad, centrada en el corazón de  Cristo, que continúa siendo inspiradora para las religiosas del Sagrado Corazón  y para las personas que están en contacto y trabajan con ellas.  (II Taller Latinoamericano de  Educación Formal).   
              Saber que somos personas amadas por el  Dios de la Vida. Amor que nos integra, nos transforma y nos elige para amar.  Nos da la conciencia de sentirnos valorados, nos conforma como personas en  crecimiento y nos abre al encuentro con los demás. (IV Taller Latinoamericano  de Educación Formal). 
               Las cinco líneas de espiritualidad que Santa Magdalena  Sofía quiso como sello para su “pequeña sociedad”, consideradas como las más  significativas para la misión educadora, se fundamentan en un referente  bíblico-teológico y en una reflexión sobre el carisma y el estilo educador de  la tradición del Sagrado Corazón. 
                
              1.   Contemplación del mundo con los sentimientos de Jesús. 
              2.   Apertura y docilidad a la acción transformadora del Espíritu. 
              3.   Educación integral de las personas. 
              4.   Comunidades que crean comunión. 
              5.  Opción  preferencial por los pobres y los jóvenes. (II Taller Latinoamericano de  Educación Formal). 
                
              Nuestra educación se fundamenta en el espíritu educador de Santa  Magdalena Sofía Barat, portador de valores profundamente humanos y cristianos,  con una pedagogía y estilo propios en el que nos formamos todas las personas de  esta Comunidad Educativa. Una espiritualidad que inspira una educación  transformadora para responder a las exigencias de la realidad. 
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